El modelo AIDA rastrea el recorrido del cliente en torno a un enfoque en los cuatro elementos cuyas iniciales comprende su nombre: Atención, Interés, Deseo y Acción.
Tener estos elementos bien en cuenta al momento de realizar tus estrategias de marketing puede maximizar el éxito de tus campañas y obtener innumerables beneficios.
En este artículo te hablaremos sobre el modelo AIDA, su significado y de qué forma lo puedes aplicar en tu empresa. Bien sea en tus estrategias de marketing o ventas.
El modelo AIDA fue desarrollado en 1898 por el empresario estadounidense Elias St. Elmo Lewis, un vendedor profesional dedicado a escribir sobre estrategias y métodos publicitarios exitosos.
La impronta inicial de Lewis se redujo a "atraer la atención, mantener el interés, crear deseo y por último actuar". En pocas palabras, los pasos que describe un cliente cuando requiere comprar un producto o servicio.
El modelo AIDA describe una lista común de eventos que ocurren cuando un consumidor ve un anuncio u otra comunicación de marketing.
Aunque fue escrito en la época de los argumentos de venta puerta a puerta, el modelo AIDA se ha mantenido como una estrategia organizativa para la publicidad y el marketing del siglo XXI.
Piensa en el modelo AIDA como un checklist mental para asegurarte de que tus esfuerzos de marketing toquen todas las bases esenciales.
A continuación te lo explicamos a detalle.
Llama la atención y hazte notar. El primer desafío es hacerse notar. No puedes interactuar con un cliente potencial si la persona no está al tanto de la existencia del producto o servicio que vendes.
En el mundo físico, esto se puede lograr mediante una vitrina cautivadora en la tienda, mientras que en el marketing en línea puede depender de un gráfico, un video llamativo o un post impactante.
Genera y mantén el interés. La atención puede desvanecerse en un instante. Una imagen que parpadea rápidamente en tu sitio web puede llamar la atención, pero si no está dispuesta de forma adecuada no generará interés.
Considera lo que un cliente potencial quiere saber y proporciónale información significativa o contenido atractivo para generar ese interés.
Crea el deseo por tu producto o servicio. Una vez que se despierta el interés, es necesario desarrollar el deseo hasta el punto de que tu posible consumidor quiera ser dueño de tu producto o aprovechar el servicio que estás vendiendo.
Persuade y da a conocer cuán útil es tu producto. Puedes utilizar una figura célebre para una publicidad y apelar a las emociones para aumentar ese deseo.
Haz que el consumidor actúe. El éxito final de la publicidad implica hacer que el consumidor realice una compra o, al menos, haga una consulta para obtener más información.
En el ámbito físico, esto se traduce en entrar en una tienda y, con suerte, realizar una compra. Para un visitante de la web, puede significar suscribirse a un boletín en línea, pedirle a un representante que se comunique con el cliente o comprar el producto en línea.
El modelo AIDA aplicado a una campaña de marketing podría seguir este enfoque:
Atención. Llamar la atención para motivar más acciones
Objetivos de la campaña:
Interés. Generar interés informando sobre los beneficios y dando forma a las percepciones
Objetivos de la campaña:
Deseo. Crear deseo y pasar de "gustar" a querer"
Objetivos de la campaña:
Acción. Haz que el cliente actúe
Objetivos de la campaña:
El modelo AIDA te ayudará a refinar tus objetivos y aclarar lo que quieres lograr con cada segmento de tus clientes. A medida que los objetivos de la campaña se vuelven más claros, tendrás información sobre las formas de perfeccionar tus mensajes de marketing y decidir qué herramientas puedes utilizar para transmitirlos eficazmente.
En el caso de tu estrategia de ventas, sigue el siguiente método:
Atención. Las publicidades creativas no son la única forma de llamar la atención. También puedes incluir descuentos, bonos especiales y promociones u ofertas. Se ha demostrado que este recurso impulsa bien las ventas. Lo importante es estar visible y captar la atención del potencial cliente.
Interés. Como regla general, la segunda etapa de las ventas en el modelo AIDA tiene que ver con la empresa o el producto promocionado. Debes inculcarle al cliente “¿Por qué obtener ahora mismo tu producto o servicio y no arrepentirse?”.
Según la fórmula del modelo AIDA, solo después de conocer el producto, el comprador desea ponerse en contacto con el vendedor.
Deseo. Aquí, la técnica AIDA supone que el comercializador volverá a señalar los problemas reales del cliente y dará una solución. Utiliza emociones positivas para afianzar ese deseo.
Acción. En la fase final de ventas, se realiza una llamada para ejecutar la acción. Es esta etapa la que acumula esfuerzos previos y convierte al usuario en cliente.
Con la implementación del modelo AIDA en tus estrategias de marketing y ventas, tendrás oportunidades de crecimiento exponencial y así llegarás a más clientes.
Aunque esta herramienta generalmente se usa en el marketing de consumo tradicional, los mismos principios se pueden aplicar para mejorar tus esfuerzos de marketing digital y tener éxito en el mercado en línea.
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